Valores que nos han guiado durante siglos

Nuestros valores fundamentales están profundamente arraigados en nuestro ADN. Nos esforzamos para mejorar las vidas de millones de personas en todo el mundo con nuestros productos y servicios. Para lograrlo, buscamos constantemente formas de ofrecer soluciones inteligentes basadas en resultados y mejores experiencias que benefician tanto a pacientes como a profesionales sanitarios.

Nuestra misión

Queremos ser líderes en el mercado sanitario global y un motor que promueva avances en salud para todo el mundo. Para hacer realidad nuestra visión, seguimos tres valores clave: alto rendimiento, orientación al cliente y firme pasión por nuestro trabajo. Dichos valores, parte esencial de nuestro ADN y consolidados tras más de 200 años de historia, nos ayudan a ser fieles a nuestra misión: “ayudar, cuidar y proteger”.

HARTMANN: ayudamos, cuidamos y protegemos desde 1818

Nuestra historia

En 1818, el pionero industrial Ludwig von Hartmann adquirió la hilandería Meebold. Su hijo Paul Hartmann Sr. fundó posteriormente la empresa Paul Hartmann Bleaching, Dyeing and Dressing Company, una planta de producción de apósitos que revolucionó el tratamiento de las heridas.

Sin embargo, nuestros padres fundadores no eran solo pioneros industriales. También infundieron motivación, optimismo y compromiso en la mejora de la sanidad, valores que hoy en día aún perduran en la empresa. Gracias a ellos, seguimos innovando y tratando activamente de mejorar el sector sanitario.

Nuestros inicios

Todo empezó con Ludwig von Hartmann, nacido en Stuttgart en 1766. En 1791, era ya director de Meebold, Schüle & Co., una factoría textil con sede en Heidenheim. Bajo su dirección, la planta de producción adquirió una empresa de blanqueamiento y en 1812 fundó una de las primeras fábricas de algodón mecanizadas de Alemania.

Seis años después, en 1818, asumió el control de la compañía y le cambió el nombre a Ludwig Hartmann Company, que no tardó en convertirse en una de las principales fábricas de algodón de Alemania, dedicada a la producción de gorros, medias y pañuelos. Por aquel entonces, Ludwig era ya uno de los pioneros industriales más importantes del Reino de Württemberg.

Una nueva generación

En 1843, Ludwig legó la compañía a sus tres hijos: Carl, Eduard y Paul Sr., quienes se la dividieron. Poco a poco, los tres hijos fueron saneando la endeudada empresa, que acabaron rebautizando como Ludwig Hartmann’s Sons. Con todo, la compañía no añadió productos médicos a su gama hasta comienzos de la década de 1870.

Durante la guerra franco-prusiana (1870-1871), la falta de apósitos adecuados en hospitales militares y civiles se volvió cada vez más evidente. Para mejorar la situación, Paul Hartmann Sr. recurrió a dos influyentes figuras de su época: el profesor Victor von Bruns y Sir Joseph Lister. En poco tiempo, esta cooperación demostró ser decisiva para el futuro de la empresa.

Éxito a través de la colaboración

Victor von Bruns, un cirujano que enseñó en la Universidad en Tubinga, había inventado un modo de extraer la grasa del algodón, lo cual permitía que el material absorbiera más líquido. En 1873, Hartmann empezó a producir masivamente y vender un nuevo tipo de apósito basado en los hallazgos de von Bruns que mejoró radicalmente el tratamiento de heridas y revolucionó el sector sanitario.

Igual de importante para el porvenir de la empresa fue el intercambio de Hartmann con el cirujano británico Joseph Lister, que comenzó más o menos en la misma época. Lister fue la primera persona que trató heridas con vendas empapadas en fenol, descubriendo así un método de cicatrización mucho más efectivo. Cuando Hartmann se enteró de tal hallazgo, contactó de inmediato con el cirujano, quien le dio instrucciones precisas sobre cómo producir el apósito que había ideado.

Al cabo de poco, en 1874, se inició la producción del apósito de Lister, que enseguida se convirtió en otro de los productos más vendidos de HARTMANN. Aunque Hartmann y Lister jamás se conocieron en persona, su intensa comunicación por carta supuso uno de los pilares del éxito de HARTMANN como proveedor del sector sanitario.

Una chispa de innovación

Arthur Hartmann, el tercero de los cuatro hijos de Paul Hartmann Sr., interrumpió sus estudios en Medicina durante la guerra franco-prusiana (1870-1871) para hacer las veces de sargento médico. Contrariado por la falta de apósitos adecuados en el campo de batalla, Arthur convenció a su padre de que produjera algodón absorbente para vendas y otros apósitos; esta fue la chispa de una importante innovación médica.

Posteriormente, Arthur Hartmann se convirtió en otorrinolaringólogo y aportó innovaciones significativas en este campo.

Nuestra identidad de marca

Desde el primer diseño, el logotipo de nuestra marca ha experimentado cambios a lo largo de los años. Haz clic en cada logo para obtener más información sobre la evolución de nuestra identidad visual.
Para el primer logotipo de la historia de la compañía, Paul Hartmann Sr. modificó el símbolo de la Cruz Roja incluyendo la vara de Asclepio.
1883 Fue creado cuando Paul Hartmann recibió su primer pedido importante: 400 libras de algodón quirúrgico para el hospital de San Jacobo de Leipzig. El logotipo imitaba deliberadamente el símbolo de la recién fundada Cruz Roja Internacional, lo que asociaba a HARTMANN con la causa humanitaria.
1906 Las leyes del momento concedieron a la Cruz Roja Internacional un derecho exclusivo para utilizar la cruz colorada, por lo que HARTMANN cambió el color de su cruz por el blanco. No obstante, conservó la vara de Asclepiopara resaltar su carácter médico.
1920 En el marco de una transformación general, la cruz blanca (que se confundía con la de la bandera de Suiza) pasó a un segundo plano y ced el protagonismo a la H roja, primera referencia visual al nombre de la marca.
1938 Una vez consolidado el diseño de la H con un octágono alrededor, este ced el protagonismo a un óvalo azul que contenía el nombre de HARTMANN con su nuevo eslogan “HARTMANN hilftheilen” (“HARTMANN ayuda a curar”) o con nombres de productos concretos.
1968 El óvalo azul ya era sinónimo de calidad y fiabilidad, así que ahora se pretendía unificar la identidad de la marca con una sola palabra: HARTMANN. A medida que el óvalo ganó presencia, el octágono pasó a un segundo plano, aunque sigue siendo una de nuestras señas de identidad.
2008 Para celebrar 190 años de innovación en la sanidad, HARTMANN recuperó su eslogan de la década de 1930: “HARTMANN ayuda a curar”.
2015 En 2015 se añadió un efecto tridimensional a nuestro logotipo. Este cambio se aplicó para dotarlo de mayor flexibilidad gráfica con fondos diferentes y en todos los entornos.
2021 Una evolución elegante. Gráficamente, nuestro nuevo logotipo se basa en su predecesor, pero realza un sentido de pureza, frescor y reconocimiento de marca. El logo está compuesto por tres partes: la forma de fondo, el nombre HARTMANN y la cruz como icono de nuestra marca.

La marca HARTMANN en la actualidad

Hemos evolucionado mucho desde la primera línea de productos que HARTMANN lanzó en el siglo XIX. En todo este tiempo, HARTMANN ha puesto el máximo empeño en encontrar y comercializar las soluciones más avanzadas para el sector sanitario. Nuestra marca es objeto de crecimiento y desarrollo continuos. Gracias a ello, somos fieles a la visión de nuestros fundadores de ayudar, cuidar y proteger. Con nuestra actual identidad visual, damos otro paso adelante. Obtén más información sobre la nueva identidad global de HARTMANN en nuestro Centro de Diseño.